EN LA ELECCIÓN ESTÁ EL ACIERTO
Un punto importante en la educación es el CONSUMO RACIONAL de la televisión es desarrollar y fomentar el interés que tengan los niños por un contenido televisivo y completarlo con otras fuentes de información, como revistas, libros, etc.
En primer lugar: RESPONSABILIDAD DE LOS ADULTOS.
Los adultos, padres y profesores, tenemos la gran responsabilidad de educar a los niños en el consumo de la televisión.
No podemos dejarlos solos en esta faceta del consumo televisivo, como no los abandonamos a su suerte en otros ámbitos de su vida: en lo que deben comer, en cómo deben vestir, en su salud y en su ocio, tampoco.
Además: PROGRAMAS DE INTERÉS.
En la programación televisiva existen algunos programas que son interesantes para los niños y que pueden ayudar a ampliar sus conocimientos o fomentar sus aficiones o sus intereses.
Si un niño muestra interés por un programa científico, de biología, por ejemplo, los padres pueden aprovechar esa circunstancia para ofrecerle revistas o juegos didácticos del mundo animal o del tema que sea.
Hay niños o jóvenes que se sienten atraídos por los deportes, quizás porque practican algún deporte también o simplemente porque les gusta lo que ofrecen: diversión, competitividad, riesgo, emoción, etc. Los adultos tendrían que partir de este interés de estos espectadores para aportarles más información o fomentar en ellos el interés por la lectura o la búsqueda de más información.
En definitiva: CONSUMO RACIONAL.
La televisión es un medio que puede desempeñar un papel muy importante en un niño y en un joven, pero hay que consumirla con racionalidad, buscando sus valores, que sin duda tiene, y aprovecharlos para los consumidores más jóvenes de nuestra sociedad.
ENLACES: