Para escribir este blog ha sido necesario contar con unos medios que harían morir de envidia a los rectores de muchas Universidades de hace una generación. Y todo ello sin salir de casa. La interacción, el acceso casi inmediato a cualquier recurso educativo a la vez que podemos complementarlo y añadir nuestra propia información, es una de las mayores ventajas de las TIC.
En principio, el estudiante actual no es un banco, un mero atesorador de contenidos, sino un procesador de información que colabora ya, mientras se forma en la auténtica creación de académica y en la difusión del saber y de la cultura.
Cada uno de nosotros somos células de un entramado universal de conocimiento. A mi modo de ver, la educación está recorriendo un camino que poco a poco va expandiendo no solo nuestros conocimientos, sino nuestras posibilidades de aprendizaje.
Además, es de esperar que pasados unos años, con el desarrollo de nuevos interfaces más potentes e intuitivos, todos los estudiantes dispongan de acceso realmente continuo e inmediato a toda la información que necesiten, y puedan centrarse únicamente en especializarse en áreas cada vez más adecuadas a las necesidades personales y sociales.
Sin olvidar que toda interacción con el ordenador aumenta el interés del alumno, le estimula en el aprendizaje y, por tanto, su rendimiento puede ser mayor en los estudios.